jueves, 28 de agosto de 2008

La noche otra vez

La noche me guiña un ojo
cuando buscando una cuna
voy sin lámpara ninguna
con un suspiro y mi arrojo.
Desata lo que no escojo
me lleva desordenada
la noche bufa abrazada
de mis oscuras orillas
ni faros ni candelillas
ya no preciso de nada.

Porque cuando negra, grito
mi aullido pleno de ser
la noctívaga mujer
en su juego favorito.
La noche la piel me ha escrito
con sombras de su elegancia
donde toda la abundancia
de la vida estalla en pardo
¡ay! noche cómo te guardo
en mi piel de esta distancia.

En las calles alquimistas
mixturan eternos bares
en humo, nuevos manjares
en vino, jóvenes listas.
Savia corre por las pistas
como un flujo serpenteante
es anónimo ese instante
los cuerpos casi se tocan
con sus ganas que convocan
a una negra delirante
.

martes, 26 de agosto de 2008

Colgada de la noche


De la noche y sus coincidencias....

La vasija con su llaga
puesta está sobre la mesa
nadie ve que su belleza
es la forma de una maga.
La de un tal Julio, la vaga
que se pierde en Montparnasse
con su amor que va detrás
de su revés incontable
porque un espejo es su cable
que la devuelve, quizás.

Canta en vano de su orgullo
como una diva Palmenia
con una sola gardenia
en un burdel por capullo.
Y su vida es un barullo
casi sol, casi cristal
casi vil, casi letal
como una forma de eclipse
como gata en una elipse
casi hostil, casi fatal.

La noche la espera sola
como una apuesta lasciva
sellada con su saliva
como tul de caracola.
Se cuelga desde su aureola
todo al fin es levedad
la noche con propiedad
no deja huella en la niebla
y entre sueños y tiniebla
no era real la realidad.

viernes, 22 de agosto de 2008

Décimas para un reencuentro

Hoy me ha llamado una voz
desde el fondo de tu mar
entonces vuelvo a pensar:
somos mucho más que dos.
El tiempo corrió veloz
pero el cariño está intacto
porque fue habido en un pacto
fraterno de resistencia
donde la supervivencia
era el punto de contacto.

Ese punto es fuerza pura
nos trae de vuelta aquí
para recordar que sí
siempre una causa perdura.
Qué viva esa gran ventura
que devuelve a la amistad
qué viva la intensidad
tus verdades y las mías
en medio de nuestros días
qué viva la voluntad.

Esa voluntad de ayer
que nos lanzaba a la calle
que resaltaba el detalle
de vivir para vencer.
La gran voluntad de creer
que cualquiera era capaz
que volvería la paz
y en zancos la algarabía
y ni una calle podría
llevar su nombre jamás.

Marchábamos lenguaraces
las calles de Concepción
dejando en la población
nuestras consignas audaces.
También fuimos pertinaces
para vencer el espanto
con bohemia, piedra y canto
con poesía y con danza
así nuestra historia avanza
entre la risa y el llanto.

Entre tanta amanecida
se fueron fundiendo amores
y nacieron más colores
para pintar esta vida.
Llegaron como estampida
niñas y niños hermosos
engrosando los sinuosos
caminos del grupo humano
paso a paso, mano a mano
por cantiles sigilosos.

Ahora había más trabajo
criar, luchar y crecer
qué manera de entender
que en la vida no hay atajos.
El sol maduró los gajos
vinieron tiempos distintos
y por nuevos laberintos
seguimos hilando ideas
entre guaguas y asambleas
entre cauces variopintos.

De todo ese tiempo ido
¿quién derribó los castillos,
quién cerro los conventillos
con un candado de olvido?.
¿Quién despidió al que ha partido
en busca de fama y gloria?
¿quién ha calmado la euforia
frenando nuestros empeños?
de todo ese loco sueño
¿qué nos queda en la memoria?.

¡¡Nuestra solidaridad!!
eso es lo que nos queda
lo que nos salva y nos seda
de la fatua adversidad.
Nos queda nuestra amistad
profunda hacia el infinito
nos queda ese viejo rito
de acompañar nuestras penas
nos queda el alma serena
y en ella tu nombre inscrito
.

martes, 5 de agosto de 2008

Confusión

Flor del Norte
La niña está confundida
se ve blanca siendo oscura
sabe amarga su dulzura
y en una está dividida.

Su memoria ficticia
es su enemiga
porque va y la acaricia
con una ortiga.

Con una ortiga, ay sí
ciega camina
directo hacia la casa
del que imagina.

No sabe si es verdad
la realidad.

lunes, 4 de agosto de 2008

Soy la rémora de un fado

De mi amiga
Me dices ¿cuál es tu nombre?
cada vez que te visito
y anónima me permito
que mi negación te asombre.
A quién le importa buen hombre
las letras de mi llamado
sin en terreno desolado
nadie precisa de mi
el nombre que no te di
es la rémora de un fado.

Cómo me llama este mundo
es un dato solamente
y en el llano de mi frente
vive un silencio profundo.
En ese solo rotundo
mis acordes son satianos
que se cuelan desde un piano
desvergonzado y altivo
en un Idylle curativo
cuando el olvido es tirano.

Voy al apa del olvido
del no recuerdo y la espada
del sabor a cal salada
y de un ciego don perdido.
Conmigo sólo han venido
retazos de una impaciencia
tras la vida y su aquiescencia
me han quedado un par de lazos
que dispongo por ser mazos
con seis ases de advertencia.